Mick y Erik trabajaban en la universidad impartiendo clases, parecía que
todo marchaba mejor de lo que esperaban, no se podían quejar. Pero los
alumnos no estaban tan contentos, ya que sus métodos y su concepto de
enseñanza dejaban mucho que desear. La señora Marie, rectora del centro,
no iba a dejar que dos profesores hundieran su prestigio, e
inmediatamente fue a buscarlos para reunirse en su oficina. Los puestos
de Mick y Erik estaban seriamente tambaleándose, pero la voluptuosa
rectora tenía un plan y no dudó en proponérselo: si tanto les gustaba
joder a los alumnos, ¿por qué no se atrevían a joderle a ella?. Ahora
conservar sus puestos significaba coger a la señora Marie, ponerla a
cuatro patas, perforar su coñito y su ojete al mismo tiempo o alternando
las dosis de embestidas y hacerla gemir tanto que sus gritos se
escucharan por todos los pasillos. Evidentemente y a día de hoy, Mick y
Erik siguen trabajando en la universidad.
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